Un año más, Reina y Madre, tu pueblo de Almuñécar te acompañó por tu procesión por las calles de la ciudad de la cual eres su patrona.
Este año ha sido un poco especial porque portabas el bastón de mando de la Alcaldía y la medalla de oro de la ciudad, lo que te convierte en Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Almuñécar, esa Almuñécar que la proteges desde el año 1569 y desde aquella madrugada del 14 al 15 de Agosto de dicho año, protegiste de los moriscos y tu pueblo te lo agradeció con nombrarte patrona.
Numerosas personas, vecinos y visitantes, querían verte portando dicho bastón y verte bella Virgen de la Antigua. Yo por primera vez te acompañé y espero hacerlo de ahora en adelante siempre que pueda.
Te embarcaste y desembarcaste de ese barco que tus fieles hijos te han donado y arreglado para tí, porque tu eres la más Grande.
Finalmente, volviste a tu casa, donde vivirás todo el año hasta que vuelvas a salir y ver a tu pueblo de Almuñécar. Pero eso no quiere decir que tu pueblo te visite y vaya a verte en esa casa de la Encarnación.
Por último, Reina quiero gritar lo que te dijeron tus fieles hijos cuando entrabas de nuevo en tu casa. ¡Viva la Virgen de la Antigua! ¡Viva la Reina de Almuñécar! ¡Guapa, guapa, guapa!
BUEN TRABAJO DE UN HERMANO
ResponderEliminar