Fuente Fotográfica |
En 2015, escribí este artículo que daba la bienvenida a la Cuaresma de aquel año, un nueva Cuaresma como la de hoy que recibimos, una Cuaresma que es un tiempo de preparación, una Cuaresma que tan pronto llega y tan pronto se irá. Cuarenta días para el disfrute, cuarenta para la preparación espiritual y no espiritual, cuarenta para que se cumpla el sueño de todo cofrade, la llegada de una nueva Semana Santa.
En este artículo hablo de todo lo que se vive en Cuaresma, de ese tiempo de preparación para el cofrade y cristiano, de preparación para lo que se avecina, la Semana de Pasión. Lo que no hablo que también nos preparamos espiritualmente para la fiesta de la Pascua, que celebraremos la Resurrección de Jesucristo. Este tiempo es un tiempo de purificación e iluminación.
Recuerdo una conferencia del Padre D. Manuel Reyes, anterior Vicario General y Moderador de Curia de Granada, en el Real Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago de la capital de la provincia, a la que asistí; que el tiempo de Cuaresma finaliza justo antes de la Misa de la Cena del Señor, es decir, el Jueves Santo, y no el Domingo de Ramos. Los cuarenta días provienen de las referencias bíblicas como son la marcha del pueblo israelita por el desierto o los días que duró el diluvio.
Os dejo el artículo y espero que os guste:
Comienza una nueva Cuaresma, y la cuenta atrás definitiva para la gloria, la gloria de un nuevo Domingo de Ramos, y el comienzo de una Semana de Pasión en que todo cofrade hará estación de penitencia con su hermandad, junto a sus devociones, ya sea Cristo o María, y donde las calles de cualquier localidad de nuestra tierra, se convertirán en calles cofrades por unos días.
En este artículo hablo de todo lo que se vive en Cuaresma, de ese tiempo de preparación para el cofrade y cristiano, de preparación para lo que se avecina, la Semana de Pasión. Lo que no hablo que también nos preparamos espiritualmente para la fiesta de la Pascua, que celebraremos la Resurrección de Jesucristo. Este tiempo es un tiempo de purificación e iluminación.
Recuerdo una conferencia del Padre D. Manuel Reyes, anterior Vicario General y Moderador de Curia de Granada, en el Real Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago de la capital de la provincia, a la que asistí; que el tiempo de Cuaresma finaliza justo antes de la Misa de la Cena del Señor, es decir, el Jueves Santo, y no el Domingo de Ramos. Los cuarenta días provienen de las referencias bíblicas como son la marcha del pueblo israelita por el desierto o los días que duró el diluvio.
Os dejo el artículo y espero que os guste:
Comienza una nueva Cuaresma, y la cuenta atrás definitiva para la gloria, la gloria de un nuevo Domingo de Ramos, y el comienzo de una Semana de Pasión en que todo cofrade hará estación de penitencia con su hermandad, junto a sus devociones, ya sea Cristo o María, y donde las calles de cualquier localidad de nuestra tierra, se convertirán en calles cofrades por unos días.
Cuarenta días de preparación, cuarentas días en los cuales habrá una vorágine de pregones, vías crucis, y demás actos, unos públicos y otros más íntimos, en los cuales como cofrades y cristianos nos iremos preparando para vivir intensamente lo que vivió nuestro Señor Jesucristo hace 2.000 años aproximadamente.
Volveremos a ver cómo los ensayos de las cuadrillas de costaleros, de los hombres de trono o de las distintas formas de cargar los pasos, se intensifican, o cómo las casas de hermandad se llenan y comienza una actividad frenética en ellas, para tener todo preparado para el día de su culto externo más importante. Volveremos a ver cómo los comercios de nuestras calles y establecimientos se llenan de carteles anunciando cultos, pregones o de la próxima estación de penitencia de cualquier hermandad, así como grandes o pequeños nazarenos van por la calle llevando su capirote recién comprado. También volveremos a ver cómo nuestros titulares o devociones, se atavían para este tiempo.
Pero no sólo en todos estos aspectos veremos que han comenzado esa cuenta atrás para la gloria, sino también como la cercanía de una nueva primavera que se avecina, por cómo las tardes van cada vez alargándose en el tiempo, o por el olor a jazmín, o de los naranjos que poco a poco están floreciendo.
Esto está aquí, a la vuelta de la esquina, pero disfrutemos de la Cuaresma, y nos preparemos por todo lo que se avecina. Vivamos cada momento, cada instante de esta Cuaresma, como si fuera la última, como si no hubiera más. Sepamos a los que se acerca, y llevemos en nuestro interior, en nuestro corazón, a Dios, en todo lo que hagamos en estos días. No convirtamos la Cuaresma en algo pasajero o vulgar, sintamos que es un tiempo de conversión personal, un tiempo que todo cofrade y cristiano espera durante todo el año, aunque no tanto como la propia Semana Santa, pero sí un poco menos que ésta.
Fuente Fotográfica |
Yo, como cofrade y cristiano, así lo viviré. Asistiré a los cultos de mi hermandad, como los de otras hermandades. Escucharé pregones, realizados con esa "chispita", como dicen los sevillanos, que deben llevar estas disertaciones cofrades, y que son hechos con el corazón. Y me prepararé para una nueva Semana de Pasión, para la gloria que viviré dentro de cuarenta días, los días que todo cofrade esperan y desean que llegue durante todo el año.
¡¡Feliz Cuaresma a todos!!
Juan Evaristo Callejas Jerónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario