Nazareno en Carrera Oficial |
La tarde se fundía con la noche, y la noche con la madrugada. El Jueves Santo motrileño empezaba temprano, con los repiques de campana del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza que anunciaban la salida del Señor de Pasión y el inicio de una jornada que, en esta ocasión, el tiempo respetó hasta el final.
Caída la tarde, la calle de las Cañas se convertía en un hervidero de gente fiel a dos de las imágenes con más arraigo de la ciudad, el Nazareno y la Esperanza. Más de un centenar de nazarenos morados y verdes formaban una estela eterna calle abajo cuando rozaba el reloj las ocho y media. Paralelamente, el desfile del Señor de Pasión ya discurría por Puerta Granada, encaminándose a la Carrera Oficial.
El cambio notable en la manera de andar de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue uno de los aspectos más comentados de este Jueves Santo, tras su reciente cambio en la forma de trabajo a costal. Otro de los estrenos que se pudieron ver durante la jornada fue el bordado sobre terciopelo de las mangas de la túnica de Pasión y la nueva túnica morada del Nazareno.
Señor de Pasión a los pies del Cerro |
El Cristo de la Buena Muerte cerró el día con una sobria y elegante Estación de Penitencia. Bajo un riguroso silencio y en plena oscuridad, los nazarenos arroparon al Señor durante sus tres horas de recorrido, incluidos los de pequeña edad, que respetaron al máximo la esencia de su Cofradía.
El detalle más especial ocurrió justamente en su salida, donde la Policía Local de Motril, Hermanos Honoríficos de la corporación, impuso la medalla del cuerpo al estandarte de la Cofradía como símbolo de su agradecimiento y respeto.
La luz y la oscuridad, la sobriedad y el color, la agonía y la muerte fueron los matices del día con más Hermandades en la calle de Motril. Una jornada intensa que motrileños y visitantes celebraron gracias a la llegada, nuevamente, del buen tiempo.
Buena Muerte en su salida |
Nota de Prensa
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