Siguiendo con el Jueves Santo de Almuñécar, una Cofradía que mueve mucha juventud entre sus filas pese a ser una de las más antiguas. Les hablo de la Venerable y Antigua Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, María Santísima de la Amargura, más conocida como la Cofradía de San Juan o de San Juanico.
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En la tarde-noche del Jueves Santo disfrutamos de su estación de penitencia por nuestras calles, con ese misterio de las siete palabras, con ese calvario donde Cristo muere ante la presencia de muchos, pero con la presencia de dos personas especialmente, la Virgen María y San Juan. Esto es lo que representa este misterio con las imágenes realizadas por tres grandes imagineros. El Cristo de Barbero Gor, la Virgen con la advocación de la Amargura de Blanco Ramos, y San Juan de Sánchez Mesa.
Sobre un calvario de claveles rojos, se ve el momento en el cual Cristo está apunto de agonizar en la Cruz en presencia de su Madre y del discípulo Amado.
Desde su sede canónica que lleva el nombre del Salvador, sale nuestro Salvador en el momento de su Crucifixión. Bajo la mirada de todos los presentes en la plaza que lleva su nombre, discurre el trono que porta al Cristo de la Buena Muerte. Mientras a su izquierda, de rodillas, se mantiene al pie de la Cruz, San Juan, su discipulo Amado, aquel que no lo abandono nunca en el momento de su Pasión y su Muerte. En el otro lado, su Madre, María de la Amargura, Amargura que viven tantas madres por hijos que portan cruces cada día, madres que desviven por sus hijos porque están en la droga, en la cárcel por haber cometido un delito o por enfermedades.
Suena una marcha, "Tras tu Cruz, Mi Banda Reza" dedicada a ti, Cristo de la Buena Muerte, por esa banda que te acompaña desde hace unos años, venida de tierras de olivares, y en especial de dos poblaciones, una donde se desarrolló una batalla importante en nuestra Guerra de la Independencia, y otra de una villa medieval y renacentista.
Llega al fin, la Cofradía de nuevo a su "Casa del Salvador" para encerrarse hasta el próximo año, que Dios mediante, volverá a salir con su Cristo de la Buena Muerte, su Virgen de la Amargura y por el discípulo Amado, pero este volverá a salir por la mañana del día siguiente. No lo despidamos a San Juan tan pronto, porque por la mañana de nuevo vivirá la Pasión de su Maestro, siendo testigo el pueblo que lo quiere, ese pueblo con nombre árabe, pero con pasado histórico como es Almuñécar.