Permitame que el primer articulo que no va sobre la Semana Santa de Almuñécar, se lo dedique a dos Reinas de dos ciudades distintas en la forma de vivir la Semana Santa como son Sevilla y Granada. El grado de intensidad de vivirlo es distinto, pero no las ganas y la ilusión de trabajar por ella que tiene los cofrades de las dos ciudades.
Hace una semana en Granada, tierra donde he estudio en su Universidad tuvo lugar la Salida Extraordinaria de María Santísima de las Penas, dolorosa del Miércoles Santo y Reina de San Matías, templo imperial por gracia del Emperador Carlos I de España y V de Alemania. Salío en conmemoración del 50º Aniversario Fundacional de la Hermandad Sacramental de Paciencia y Penas.
Granada volvió a vivir el bullicio y las calles del centro y del barrio del Realejo, posiblemente el barrio más cofrade de la ciudad, para ver en su palio y con su manto morado a María de las Penas, dolorosa salida de la gubia del imaginero y primo del gran maestro de la imagineria granadina del siglo XX, Domingo Sánchez Mesa. Estoy hablando de José Jiménez Mesa.
También en otra ciudad, capital de la región, Sevilla vivía una beatificación como una semana atrás, también vivía Granada, y para ello salía, sin palio, la Reina de Sevilla, Nuestra Señora de la Esperanza Macarena. Primeramente, en la madrugada del viernes al sábado y ya comenzaba su regreso a la seis de la tarde, a su Basílica que saldrá de nuevo la próxima madrugá del 2011.
De nuevo, muchos fieles y devotos la acompañaron en su discurrir por las calles de Sevilla. Bella y esplendida como siempre se nos presentaba la Reina de Sevilla sobre su palio portado por sus fieles costaleros.
En definitiva, Sevilla y Granada volvieron a revivir los días de Semana Santa con estas dos salidas extraordinarias y que hizo que muchos cofrades y fieles salieran a la calle a ver el discurrir de estas dos Reinas.